sábado, 28 de febrero de 2015

rootkits

¿Qué son los Rootkits?

rootkit_ilustration Rootkit es un conjunto de herramientas usadas frecuentemente por los intrusos informáticos o crackers que consiguen acceder ilícitamente a un sistema informático. Estas herramientas sirven para esconder los procesos y archivos que permiten al intruso mantener el acceso al sistema, a menudo con fines maliciosos. Hay rootkits para una amplia variedad de sistemas operativos, como Linux, Solaris o Microsoft Windows. Por ejemplo, el rootkit puede esconder una aplicación que lance una consola cada vez que el atacante se conecte al sistema a través de un determinado puerto. Los rootkits del kernel o núcleo pueden contener funcionalidades similares.



¿Cómo prevenirnos?

Es necesario un sistema que vigile no únicamente la actividad de los archivos en el disco, sino que vaya más allá. En lugar de analizar los archivos byte a byte, debe vigilarse lo que hacen al ejecutarse.
Un rootkit necesita llevar a cabo algunas tareas que se podrían considerar “típicas”, como adquirir derechos de root, modificar llamadas básicas al sistema operativo, falsear sistemas de reporte de datos del sistema… Todas estas tareas, una a una, entrañan poco peligro. Pero todas ellas, juntas y en el mismo momento, llevadas a cabo por el mismo programa, proporcionan información clara de que algo extraño está pasando en la computadora. Si las soluciones antivirus fracasan definitivamente a la hora de detectar un rootkit, las nuevas tecnologías de detección de amenazas por comportamiento tienen su mejor prueba de eficacia en la detección y bloqueo de rootkits. Estas tecnologías no basan su funcionamiento en condicionantes previamente aprendidos sobre patrones cerrados de identificación de amenazas. Su éxito se basa en la investigación inteligente y automática de la situación de un proceso en una computadora.
Cuando una serie de acciones se llevan a cabo sobre el sistema y todas ellas (o, al menos, alguna) pueden suponer un riesgo para la integridad de la información o el correcto funcionamiento de la máquina, se evalúan una serie de factores que sirven para calificar la peligrosidad de esa tarea. Por ejemplo, que un proceso quiera tomar derechos de administración en un sistema puede ser más o menos habitual. Y tiene un cierto riesgo, sin duda, pero no hay que alertar por ello. Un simple instalador para un juego puede necesitar tener derechos de administrador para poder llevar a cabo las modificaciones necesarias y poder ejecutarse correctamente.


Una vez infectado, ¿qué hacer?

A pesar de lo que viene diciéndose, los rootkits pueden eliminarse (aunque no tan fácilmente). Estos programas se autoprotegen escondiéndose y evitando que ningún otro proceso (como un antivirus) pueda detectarlos. Pero para que ese proceso pueda ocultarse, debe estar en funcionamiento y activado en memoria.
La mejor manera de evitar que el proceso entre en acción, es evitar el arranque del sistema operativo en el disco en el que se encuentra el rootkit, utilizando un disco diferente al del sistema infectado; como puede ser un CD. Así, si el rootkit es conocido, podrá eliminarse.
Sin embargo, si el rootkit no es conocido (es decir, que ha sido desarrollado específicamente para un sistema en concreto), cualquier antivirus fracasará. En este caso, el problema informático es casi el menos importante: hay una persona que, intencionadamente, quiere hacer daño a su empresa y se ha molestado en entrar en el sistema para perjudicarle.
Existen varias herramientas Anti-Rootkits totalmente gratuitas que puede descargar directamente desde Infospyware para comprobar su sistema en busca de estos.